Nuestro particular día de la marmota


  • levantarse cuando suena la estruendosa alarma
  • ducharse y afeitarse
  • vestirse
  • pasar una hora o más en el insoportable tráfico o en el aburrido transporte público
  • sucumbir a la horda de emails, reuniones y llamadas de teléfono diarias
  • llegar a casa a través del insoportable tráfico o del soporífero transporte público
  • comer algo sacado de una caja de la nevera
  • buscar un escape en la caja luminosa del salón yaciendo extenuado en el sofá
  • cepillarse los dientes
  • dormir cinco o seis horas
  • empezar de nuevo
¿Quieres seguir así hasta los sesenta y tantos?