Crear más. Consumir menos

Traducido a partir de theminimalists.com

Todo ser humano tiene el deseo innato de crear. Todos queremos añadir valor al mundo. Por lo tanto, todos somos creadores de algún tipo. Algunos de nosotros somos escritores, pintores, músicos. Algunos toman fotos o hacen cosas interesantes con las manos. [...]

Cada ser humano también debe consumir. No hay nada inherentemente malo en el consumo. Es necesario. Debemos comer alimentos, beber agua. Además, todos tendemos a comprar productos de higiene y muebles para casa y otros bienes materiales que nos traen alegría — libros, música, etc

Sin embargo, poco después de la revolución industrial las empresas tuvieron que tratar con un exceso de oferta y sin una demanda suficiente. Así, a través de anuncios y varias cabezas parlantes, a las personas se nos dijo que teníamos que consumir más. Incluso hoy en día, se nos dice que, con el fin de "mantener la economía en marcha", tenemos que comprar más cosas. Lo peor es que nos creímos esa mentira.

Los vendedores hacen un gran trabajo para convencernos de que necesitamos más. Establecen un vacío de forma que creamos que debemos llenarlo. Eso no es ningún secreto. De hecho, lo damos por sentado ahora, en medio del bombardeo al que sabemos que los anunciantes nos someten. Sin embargo, todavía les damos carta blanca a nuestra atención — los dejamos entrar en nuestros hogares, en nuestras pantallas y en nuestras vidas personales a través de Facebook y otros medios — y cuando lo hacemos, el vacío se hace más y más profundo.

Para la mayoría de nosotros, sin embargo, el vacío no tiene nada que ver con la necesidad de consumir más. De hecho, la verdad es justo la opuesta: cuando consumimos demasiado, experimentamos el estrés, la ansiedad y la depresión, haciendo más profundo ese vacío a rellenar. Nuestras posesiones nos poseen. Nos pesan mentalmente, físicamente, emocionalmente, y el vacío se convierte en una caverna.

Por lo tanto, tenemos que darnos cuenta de que el vacío real está en el otro lado de la ecuación. El vacío que la mayoría de nosotros sentimos es un vacío creativo. Hemos estado tan atrapados en nuestra mentalidad consumista que nos hemos olvidado de nuestra necesidad inherente para crear. La solución, entonces, es crear más y consumir menos. Si pasamos más tiempo en la creación, necesariamente pasaremos menos tiempo consumiendo. Esta es la forma en que inclinar la balanza de la felicidad de nuevo hacia nuestra dirección. Esta es la forma de resolver nuestros problemas individuales de consumo compulsivo y auto-indulgencia sin sentido.

Así que elijamos una cosa significativa que nos gustaría crear, algo que dará más valor al mundo, y creémoslo.