Simplifica tu vida

Original en OneSmartDollar.com

A medida que envejecemos, naturalmente adquirimos recuerdos personales bienes materiales que nos agobian o consumen nuestras vidas. Si estás listo para eliminar este caos en tu casa y en toda tu vida, ser minimalista te gustará. La idea de reducir al mínimo tus posesiones y gastos de material se origina en ser capaz de sobrevivir más allá de lo esencial. A todos nos gustan nuestras cosas, pero te sorprenderás al descubrir lo poco que en realidad echarías de menos esas cosas y cómo te sentirás mucho mejor sin ellas. Tómate tu tiempo para analizar tus posesiones y dar los pasos necesarios en tu vida para convertirte en un minimalista.

¿Guardar o no guardar?

Reducción al mínimo no significa tirar todo lo que tienes. La introducción de un estilo minimalista en tu casa es en realidad mucho más fácil de lo que piensas. Comienza por evaluar los elementos que tienes, desde muebles hasta accesorios para todas las viejas facturas que tengas en la oficina. ¿Realmente necesitas esa pesada y gruesa mesa que compraste? ¿Qué te parece ese gran sofá? ¿Reducen el espacio en tu sala de estar?

Para facilitar las cosas, en lugar de pelear contra toda la vivienda de una vez, comienza por una habitación. Si hay un espacio en tu casa que parece reunir el máximo desorden, ese es el lugar perfecto para empezar. Comienza por quitar los objetos en los muebles con los que puedas vivir sin poseerlos. Pregúntate a ti mismo lo que es absolutamente necesario (la cama es un buen ejemplo), y lo que es innecesario o está ocupando espacio. Puedes decidir si deseas o no donar estos objetos o venderlos.

El mantra de un estilo de vida minimalista es "menos es más". Ten esto en mente cuando estés clasificando tus objetos. Esto incluye la ropa, los zapatos, las diversas formas de entretenimiento e incluso los servicios que pagas cada mes.

La organización es la clave

Ser minimalista tiene que ver con acentuar y maximizar el espacio para hacer tu vida más feliz y saludable. Por otro lado, se trata de eliminar la suciedad y el desorden que anidan en el interior de nuestras casas, nuestros coches y nuestra tecnología. Comienza por la organización de tu armario, para luego pasar a tu ordenador. Consolida todo lo que puedas dentro de un sistema eficiente y de fácil acceso. En cuanto los objetos empiecen a estar desorganizados, reevalua tus posesiones.

Decoración

Ser minimalista no significa que no puedas tener una casa elegante o ir bien vestido. En lugar de centrarte en los grandes objetos, más llamativos, sigue los conceptos básicos e incorpora espejos colgantes, velas y flores frescas. Manten los colores neutros-blancos, negros y marrones son ideales. Descubrirás rápidamente que por poseer menos bienes materiales en casa, la limpieza y el mantenimiento se convierten en mucho más fáciles de manejar. Recoger la casa antes de que lleguen los invitados se reduce a limpiar los bancos y apartar las llaves de la vista.

Consistencia

Ser minimalista requiere diligencia. Esto no se consigue durante una noche. Siéntete orgulloso de saber que se puede vivir sin todos los adornos y los gastos adicionales que suponen tus posesiones. Recuerda que vivir como un minimalista significa limpiar constantemente el desorden y consolidar lo que sobra. Mantener las cosas simples y encarnar la frase "la calidad sobre la cantidad."