Agua del grifo
Me fascina cuando una persona es capaz de gastar más de 20.000 dólares anuales en vivir. Pero entonces me fijo en el poco aprecio que tienen por el valor del dinero [relativo a en qué se gasta el dinero]. Es tratado como agua y se les escurre entre los dedos. Abren un grifo presurizado y simplemente sale el agua sin ninguna consederación sobre de dónde viene mientras se pague el recibo. Aunque el agua es un recurso limitado por acuíferos irreemplazables o por la energía necesaria para extraerla y purificarla, se gasta como si no hubiese un mañana. ¿Por qué usar agua potable para vaciar la cisterna del baño o para mantener verdes los campos de golf en terreno desértico?
Lo mismo con el dinero, creo. La gente va a trabajar igual que paga los recibos. Es inimaginable no hacerlo así. Pero cuando lo hacen, pasan una tarjeta por la ranura y el dinero sale de la pared. Y ese dinero lo gastan de la misma forma que el agua. Seguros que algunos intentan limitar su consumo de agua cerrando el grifo al cepillarse los dientes o poniendo atomizadores para reducir el flujo que sale. Esto es similar a ahorrar un poco de dinero aquí y allá. Aún así poca gente va tan lejos como para creer que es posible ahorrar lo suficiente para dejarse el trabajo, igual que parece imposible vivir con 4-8 litros de agua en lugar de los típicos 240-400 litros diarios. Pues bien, ambas cosas son posibles.
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