Siéntate en calma
Siéntate en calma.
Esta es la práctica Zen más importante.
Házlo en clase para vivir una vida sabia y amable.
Siéntate en cualquier sitio y permanece en calma:
en el sofá, en la cama, en el escritorio, dentro, fuera,
apoyado en un árbol, al lado de un lago, en el océano,
en el jardín, en un avión, en tu silla de oficina,
en el suelo, en tu coche.
Los cojines para meditar también valen.
Siéntate en cualquier momento: por la mañana, por la noche,
un minuto, tres años.
Lleva puesto lo mismo que llevas.
Desabróchate el cinturón para que
tu abdomen pueda moverse con tu respiración.
Siéntate tan relajado como sea posible.
Relaja tus músculos
cuando empieces y mientras permaneces sentado.
Siéntate con tu espalda recta pero no rígida.
Mantén tu cabeza erguida al nivel de tus orejas.
Respeta todas las condiciones médicas.
Sólo adopta una postura que puedas adoptar.
Todas las posturas están bien.
Haz lo que puedas hacer.
Mantén tus ojos ligeramente abiertos y no enfocados en nada.
Cerrarlos te dará sueño y a veces te hará distraerte.
Abrirlos completamente te mantendrá distraido.
Respira naturalmente a través de tu nariz.
Disfruta tu respiración.
Siente tu respiración.
Mira tu respiración.
Conviértete en tu respiración.
Sé como un gato ronroneando.
Sigue tu respiración como olas del océano
que vienen y se van.
Cuando te distraigas,
vuelve a la experiencia
más simple y más básica
de estar vivo,
tu respiración.
Eso es todo.
Sin creencias.
Sin programa.
Sin dogma.
No has de ser budista.
Puedes ser de cualquier fe, religión,
raza, nacionalidad, género,
estado de relación o capacidad.
Sencillamente siéntate en calma,
conecta con tu repsiración
y presta atención
a lo que pasa.
Aprenderás cosas.
Házlo cuando quieras.
Decide cuánto es suficiente para ti.
Si lo haces diariamente, te llegará hasta los huesos.
Por favor, disfruta de sentarte en calma.
La única forma de aprendera sentarse en calma es hacerlo.
Aprenderás con ello a cuidar tu cuerpo, a aceptar tus sentimientos,
a dar sitio a tus pensamientos, a comprender que el dolor es natural,
a ser quien realmente eres, a vivir bien cada momento, a amar indiscriminadamente,
a escuchar a los demás, a sorprenderte, a maravillarte, a vivir agradecidamente,
a no herir a nadie y a beneficiarte de la vida.
Traducido de Buddha in Blue Jeans: An Extremely Short Zen Guide to Sitting Quietly [Kindle Edition]. Aún gratis para Kindle en la web de Amazon.
Esta es la práctica Zen más importante.
Házlo en clase para vivir una vida sabia y amable.
Siéntate en cualquier sitio y permanece en calma:
en el sofá, en la cama, en el escritorio, dentro, fuera,
apoyado en un árbol, al lado de un lago, en el océano,
en el jardín, en un avión, en tu silla de oficina,
en el suelo, en tu coche.
Los cojines para meditar también valen.
Siéntate en cualquier momento: por la mañana, por la noche,
un minuto, tres años.
Lleva puesto lo mismo que llevas.
Desabróchate el cinturón para que
tu abdomen pueda moverse con tu respiración.
Siéntate tan relajado como sea posible.
Relaja tus músculos
cuando empieces y mientras permaneces sentado.
Siéntate con tu espalda recta pero no rígida.
Mantén tu cabeza erguida al nivel de tus orejas.
Respeta todas las condiciones médicas.
Sólo adopta una postura que puedas adoptar.
Todas las posturas están bien.
Haz lo que puedas hacer.
Mantén tus ojos ligeramente abiertos y no enfocados en nada.
Cerrarlos te dará sueño y a veces te hará distraerte.
Abrirlos completamente te mantendrá distraido.
Respira naturalmente a través de tu nariz.
Disfruta tu respiración.
Siente tu respiración.
Mira tu respiración.
Conviértete en tu respiración.
Sé como un gato ronroneando.
Sigue tu respiración como olas del océano
que vienen y se van.
Cuando te distraigas,
vuelve a la experiencia
más simple y más básica
de estar vivo,
tu respiración.
Eso es todo.
Sin creencias.
Sin programa.
Sin dogma.
No has de ser budista.
Puedes ser de cualquier fe, religión,
raza, nacionalidad, género,
estado de relación o capacidad.
Sencillamente siéntate en calma,
conecta con tu repsiración
y presta atención
a lo que pasa.
Aprenderás cosas.
Házlo cuando quieras.
Decide cuánto es suficiente para ti.
Si lo haces diariamente, te llegará hasta los huesos.
Por favor, disfruta de sentarte en calma.
La única forma de aprendera sentarse en calma es hacerlo.
Aprenderás con ello a cuidar tu cuerpo, a aceptar tus sentimientos,
a dar sitio a tus pensamientos, a comprender que el dolor es natural,
a ser quien realmente eres, a vivir bien cada momento, a amar indiscriminadamente,
a escuchar a los demás, a sorprenderte, a maravillarte, a vivir agradecidamente,
a no herir a nadie y a beneficiarte de la vida.
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