Sin zanahorias



Un nuevo anuncio idílico para vender cerveza. Resulta curioso como a muchos nos recuerda a un ideal de felicidad. Es normal. Las experiencias que el vídeo plasma nos parecen muy atractivas a todos y esas experiencias son las que nos llenan de optimismo, nos hacen olvidar los problemas y, en esencia, nos dan la auténtica felicidad: disfrutar despreocupadamente de cada momento...

Pero lo que resulta más llamativo es que en esa felicidad ideal tan bien plasmada no hay coches, ni adosados, ni yates, ni dinero, ni un buen trabajo, ni aumentos de salario, ni premios de lotería, ni ninguno de los ideales (o zanahorias colgadas de un palo) que muchos tienen en la cabeza asociados al éxito y la falsa felicidad.

Para ser feliz no es necesario que te toque la lotería ni tener suerte ni mucho dinero. Para ser feliz sólo es necesaria voluntad, tiempo y saber disfrutar de la compañía y del momento. Eso vale una fortuna pero cuesta cero euros.