all I own
All I own. Todo lo que poseo. Me ha chocado esta galería de Flickr de gente que se fotografía junto con todas sus posesiones.
¿Cuántos podemos hacer eso y que se pueda sacar la foto dentro de una habitación?
Una de las cosas que más me llama la atención sobre esa enfermedad que sufre nuestra sociedad llamada materialismo es que, por un lado, recibimos una presión continua que nos inyecta en el cerebro unas ansias por desear la siguiente compra, ansia que es sustituida a los pocos días por otra igual. Independientemente de si lo que hemos comprado es un reproductor MP3 o un ático de 200 metros cuadrados. A los pocos días necesitamos otro subidón.
Por otro lado, esa ansia continua nos presiona y nos sumerge en un estrés innecesario, en que tardemos mucho más en limpiar una vivienda sobredimensionada para que pueda albergar todas esas adquisiciones, y en sufrir por si nos roban aquello que hemos comprado (aunque ya no lo usemos) lo que nos obligue a invertir en seguridad.
Y, de nuevo, nos empeñamos en no parar un segundo a analizar todo este absurdo innecesario en el que vivimos y que nos empeñamos en llamar modernidad. Pues dejadme que insista: deshazte de lo que no uses y piénsatelo mil veces antes de comprar nada. La recompensa mental por quitarte todas esa carga tiene un valor mucho más grande que esos pequeños subidones absurdos y además duran mucho más. Encuentra un minuto de los 1440 que tiene cualquier día y plantéatelo. Te lo agradecerás...
All I need... is my life. ;-)
¿Cuántos podemos hacer eso y que se pueda sacar la foto dentro de una habitación?
Una de las cosas que más me llama la atención sobre esa enfermedad que sufre nuestra sociedad llamada materialismo es que, por un lado, recibimos una presión continua que nos inyecta en el cerebro unas ansias por desear la siguiente compra, ansia que es sustituida a los pocos días por otra igual. Independientemente de si lo que hemos comprado es un reproductor MP3 o un ático de 200 metros cuadrados. A los pocos días necesitamos otro subidón.
Por otro lado, esa ansia continua nos presiona y nos sumerge en un estrés innecesario, en que tardemos mucho más en limpiar una vivienda sobredimensionada para que pueda albergar todas esas adquisiciones, y en sufrir por si nos roban aquello que hemos comprado (aunque ya no lo usemos) lo que nos obligue a invertir en seguridad.
Y, de nuevo, nos empeñamos en no parar un segundo a analizar todo este absurdo innecesario en el que vivimos y que nos empeñamos en llamar modernidad. Pues dejadme que insista: deshazte de lo que no uses y piénsatelo mil veces antes de comprar nada. La recompensa mental por quitarte todas esa carga tiene un valor mucho más grande que esos pequeños subidones absurdos y además duran mucho más. Encuentra un minuto de los 1440 que tiene cualquier día y plantéatelo. Te lo agradecerás...
All I need... is my life. ;-)