¿Qué parte de tu vida estás vendiendo?

Traducido de Raptitude.com

Nota: Este es un post largo (3.000 palabras), pero que fácilmente te puede ahorrar años de vida, así que tómate un refresco a la mitad si es necesario.

Cuando era un niño que veía la televisión en la década de los 80, veía un montón de anuncios para algo llamado "Libertad 55". Era un servicio de planificación financiera, ofrecido por una compañía de seguros de vida, pero en ese momento no sabía lo que esas cosas eran. Pero sí que sabía lo que era la jubilación. También sabía que los anuncios tratan de hacer que sus productos parezcan lo más atractivos posible. Así que el mensaje que me quedó de esos anuncios es que los 55 años era una edad ideal para jubilarse, unos años antes de lo normal.

Eso se adherió a mi mente como un punto de referencia universal, toda mi vida de estudiante y laboral, y se reforzó de manera constante por la forma en que los adultos que trabajan a mi alrededor hablaban de jubilación. Era algo para las personas mayores.

Me imaginé la vida típica movida por una carrera universitaria dividida en tres fases distintas: pre-trabajo, trabajo y trabajo posterior.

El Pre-trabajo dura entre 16 y 23 años, mientras vives de tus padres, de préstamos estudiantiles, o de ambos.

El Trabajo, la fase más larga, dura alrededor de 40 años. Durante este tiempo, ganas una cantidad cada vez mayor, y conforme das servicio a través de estas cuatro décadas, te puedes permitir un estilo de vida cada vez más gratificante.

Una vez en esta fase también empiezas a ahorrar parte de tus ingresos para la siguiente fase. El punto de referencia estándar aquí, conforme la cultura me enseñó, es del 10%. Ahorras un 10% de tus ingresos para la jubilación, empezando tan pronto en la fase de trabajo como te sea factible, y mantienes la velocidad. Casi todo el mundo reconoció este punto de referencia también, sin embargo, casi todo el mundo lo describió como difícil de hacer. Yo lo encontré difícil.

[Una palabra sobre culturas: Raptitude se lee en más de cien países, pero está escrito por un único canadiense que está muy expuesto a la cultura de los Estados Unidos. Así que las normas culturales mencionadas en este artículo reflejan los EE.UU. y Canadá con más precisión de lo que lo hacen de otros países.]

Al menos en mi zona del planeta, todo el mundo parece tener la misma idea de lo que pueden llegar a ahorrar y cuándo deben esperar para jubilarse. El trabajador estadounidense o canadiense promedio se jubila alrededor de los 63 años, y este número está aumentando.

A algunas personas realmente les encanta trabajar en la fase de trabajo, pero probablemente se puede afirmar que la gran mayoría prefieren sus tardes libres y los fines de semana. Nos gusta ser capaces de decidir qué hacer con nuestras vidas. Los que tenemos puestos de trabajo nos hemos organizado para vender gran parte de nuestras vidas (8 horas al día, 5 días a la semana, durante décadas) a los empresarios, a cambio de dinero que se puede utilizar para construir una vida que nos haga felices. La vida es preciosa — lo único que nos importa realmente — y finita, por lo que la mayoría de nosotros nos gustaría vender tan poco tiempo de ella como sea posible.

Para la mayoría de la gente, la fase posterior al trabajo es la primera vez que pueden hacer lo que quieran con sus días sin el consentimiento de un padre o de un empleador. La fase posterior al trabajo suele ser más corta que la fase de trabajo. Si el promedio de vida roza los 80 años, la fase post-trabajo típica es de menos de veinte años, y en el momento que comienza, el cuerpo del trabajador ya no puede hacer lo que solía hacer.
Una buena manera de ser inusual

A través de una feliz casualidad, he descubierto recientemente un movimiento de personas que están apartando de sus vidas la fase en que fichaban para entrar a trabajar mucho antes que el status quo. No tenía ni idea de lo que era posible para las personas dispuestas a desviarse de la norma.

Si el punto de referencia "muy bueno" está en los 55 años, entonces 50 es realmente fantástico, y 45 debe ser ya rozar lo imposible. Después de todo, para jubilarte a los 45, debes ahorrar suficiente dinero en una carrera de 20-25 años como para pagar tus gastos de por vida para los próximos 35 años - siempre y cuando no vivas más allá de los 80 años, claro.

Sin embargo, personas normales con sueldos de clase media se jubilan a los 45, o a los 40, o incluso a los 30.

Tim Stobbs está de camino para jubilarse a los 45. Uno de sus lectores, "Dave", se retiró a los 40.

Mr. y Mrs. Money Mustache se retiraron a los 30.

Jacob Lund Fisker alcanzó la independencia financiera a los 30 - después de una carrera de cinco años haciendo un salario medio de cinco cifras (a partir de 10000$, o sea de unos 7600€).

Cuando te retiras tan pronto, estás reduciendo la fase de trabajo con el fin de alargar la fase post-trabajo, lo que significa que tienes menos tiempo para ganar suficientes fondos para el retiro, y más años de vida con gastos por pagar. Si te jubilas a los treinta años, necesitas dinero suficiente para vivir durante cincuenta años o más.

Esta es la razón por la que los prejubilados abogan por alcanzar la independencia financiera — ahorrar lo suficiente para poder vivir únicamente de los intereses sin tocar los ahorros — antes de interrumpir tu fuente de ingresos. Esto significa poder vivir hasta los 200 años si "quieres", pero tendrás que ahorrar más que con un fondo del que ir sacando hasta "quemarlo" en veinte años.

Siendo realistas, sin embargo, la mayoría de las personas que se jubilan pronto van a tener de todos modos algún tipo de ingresos adicionales durante la fase posterior al trabajo. Si terminas tu carrera a los 35, todavía estás en tu mejor momento físico. Tienes que poner tu energía en alguna parte, y no hay razón para no ponerla en algún lugar que genere dinero, como el mantenimiento de propiedades de alquiler, crear una pequeña empresa, escribir libros o trabajar a media jornada en algo que te guste.

Pero eso todavía deja mucho que debe ahorrarse mientras tanto.

¿Cómo ahorran tanto?



Ellos observan la relación entre su bienestar y su gasto, y dejar de malgastar sus ingresos en cosas que no devuelven mucho bienestar.

También hacen un esfuerzo por convertirse en cultos financieramente, lo que significa que entienden (por ejemplo) que un simple hábito de 20 euros semanales puede añadir uno o dos años a la fase de trabajo de sus vidas.

Cuando comparamos la cantidad de bienestar que realmente obtenemos de nuestros hábitos soportados por gastos innecesarios con la cantidad de bienestar que se puede derivar de años de libertad pagada (por no hablar de una posición financiera clara y segura durante todo el camino), la mayoría de los hábitos de consumo parecen manifiestamente absurdos.

Básicamente, la diferencia principal entre la gente que se jubila anticipadamente y la gente normal que trabaja es que se esfuerzan por ser racionales con su dinero, en términos de lo que realmente afecta a su calidad de vida.

La mayoría de las decisiones financieras de la gente dependen de lo que decidan las personas a su alrededor — que, en nuestra cultura, por lo general oscila entre lo irreflexivo y lo que te aleja de tus intereses — y en las que el pensamiento consciente sobre cómo conseguir el mejor trato para tu bienestar no entra en escena. ¿Preferirías tener cinco años libres con todos los gastos pagados para estar con tu familia, aprender un idioma o emprender un negocio — o conducir un coche grande en lugar de un coche pequeño? Es sorprendentemente normal que la gente elija esto último, ya que no tienen ni idea de que realmente están haciendo esa elección.

Los efectos a largo plazo de una decisión financiera



La mayor re-calibración para mí ha sido el cambio en lo que significa ser capaz de "permitirse" algo. En mi cultura, poder permitirse algo parece significar "poder adquirir la posesión física de esa cosa de una manera socialmente aceptable" — si tienes que robar o pedir un anticipo con el fin de comprarlo, no te lo puedes permitir. Pero pedir dinero prestado a un banco para comprar un coche, en lugar de ahorrarlo primero, es normal.

Mi primer coche costó 11.500€ pero sólo tenía suficiente dinero para anticipar una entrada de 750€. Desde mi punto de vista podía "permitírmelo" porque pagarlo no me metía en números rojos.

El coche está envejeciendo y está pagado desde hace años, pero mi próxima decisión sobre comprar un coche será mucho más racional. Un contratista en el trabajo me preguntó por qué conduzco un Civic normalillo — es normal en mi sector comprar una camioneta de tamaño completo una vez que puedes "permitirte el lujo", porque se trabaja en obras de construcción y resulta más masculino y autoritario ser capaz de pasar por encima de los bordillos hasta las nuevas zonas de obras que aparcar el vehículo en la zona pavimentada más cercana y caminar.

Puedo imaginar algunos beneficios adicionales. También puedes girar tus neumáticos cabreado, puedes conducir sentado más alto, puede transportar motos de nieve y otros juguetes caros hasta el lago (si los juguetes caros son lo tuyo). Pero todas estas emociones menores me parecen demasiado frívolas para mi vida, además de que, con un vehículo así, te ves obligado a ayudar a la gente que quiera mudarse y que conozcas. Sin embargo, esas ventajas pueden ser más valiosas para otras personas.

Pero, ¿cuánto más? El costo monetario extra es asombroso. Cuando estás ahorrando para retirarte, como todos los trabajadores, los gastos innecesarios deben ser vistos como si succionasen tu fondo de retiro (junto con los correspondientes años de ganancias de la inversión). Eso equivale a añadir más años a estar obligado a trabajar.

La diferencia entre una nueva camioneta de media tonelada de carga y el coche pequeño que de otra forma me compraría es de alrededor de 26.500€, en términos de precio de compra. Sumado a la financiación. Además de eso, de manera conservadora, sumemos otros 38€ a la semana para la gasolina (a precios USA de hoy) durante la vida del vehículo. Y pagar más caro el seguro, los neumáticos, los cambios de aceite y los costos de reparación.

Si en lugar de eso, ese dinero se dedicase a inversiones, después de sólo diez o doce años fácilmente podría suponer una diferencia de 76.000€, que a mi nivel actual de gastos para vivir me permitiría quitarme cuatro años de trabajo.

Ese enorme incremento en libertad representa el fruto de una sola decisión financiera. Imagínate si aplicases este tipo de racionalidad y claridad a todas las áreas de gasto en tu vida, e invertieses el ahorro resultante a largo plazo.

El número más importante



Las matemáticas pueden parecer oscuras, pero realmente hay un único factor principal que determina cuánto tiempo tienes que trabajar hasta llegar a la independencia financiera, y ese es el porcentaje de tus ingresos que inviertes en tu jubilación.

Aparte de ese porcentaje, ni siquiera importa cuánto ingresas, y he aquí el porqué: tu porcentaje de ahorro indica por un lado cuánto de la cantidad que ganas puedes ahorrar, y por otro lado cuánto no puedes ahorrar — que resulta ser también cuál es la cantidad que necesitas para tus gastos de mantenimiento anuales. La proporción entre ambas determina cuánto tiempo pagado puedes comprar con tus ahorros anuales, independientemente de tus ingresos.

Ejemplo. Si traes a casa 30.000 €, y ahorras la mitad, eso significa que has aprendido a vivir felizmente con 15.000 € al año. Eso significa a su vez que, por cada año trabajado, ahorraste 15.000€ — suficiente para vivir durante un año sin trabajar.

Si ahorras el 75% de tus ingresos, significa que has recortado tus gastos de subsistencia a unos simples 7.500€ al año, y cada año conseguirás lo suficiente para vivir sin trabajar durante tres años. Invierte esos 22.500€, y después de una década habrán crecido para cubrir casi cinco años más de gastos. Además, en cada uno de esos años estarás ahorrando tres años más de gastos de subsistencia. No vas a tener que trabajar durante mucho más tiempo.

Obviamente ahorrando más, tu provisión para la jubilación crece mucho más rápido, pero cada euro ahorrado va mucho más lejos, porque al reducir tus necesidades, necesitarás muchos menos euros para seguir pagando tus necesidades cuando te jubiles. Añade el interés compuesto y estarás creando un apalancamiento personal enorme cada vez que consigas reducir costos en tu vida.

Piénsalo de esta manera: si decides vivir sin tus cafés diarios, no sólo tus ahorros crecerán mucho más rápido, sino que deberás ahorrar menos en general, ya que tu fondo de jubilación ya no tendrá que incluir un suministro de treinta y pico años de café.

En el otro extremo de la escala de ahorros, el apalancamiento es muy bajo. Si ahorras el 10% de tus 30.000€ de ingresos, entonces eso significa que insistes en gastar 27.000€ al año en tu estilo de vida, lo que significa que tendrás que ahorrar nueve años para pagar un año de estar sin trabajo. Tus ahorros crecerán, pero mucho más lentamente, y pero peor aún, tendrá que ser enorme en comparación a tu escasa capacidad para ahorrar.

Esto funciona igual con cualquier ingreso. Un trabajador de Wall-Street que ingrese 760.000€ al año y ahorre un 10% todavía tendrá que construir ese montón de dinero durante 50 años con el fin de retirarse indefinidamente, porque está acostumbrado a gastar la mayoría de sus ingresos cada año en fiestas en barcos y restaurantes.

Así, sea un trabajador de Wall-Street o de El Corte Inglés, si ahorras el 10% de tus ingresos tendrás que trabajar durante 50 años para tener lo suficiente para vivir de los intereses, siendo todos los demás factores iguales. Si ahorras el 55%, sólo necesitas 15 años (estos períodos de tiempo son a partir de un patrimonio neto de cero). Si ahorras el 80%, necesitarás trabajar cinco años y medio. Hay algunos factores que pueden estirar estos números un poco hacia la izquierda o la derecha, pero el principio general siempre es el mismo.

Mr. Money Mustache hizo un gran resumen de este elegante fenómeno matemático. Si la idea de independencia financiera te interesa, leer este post.

Tener ingresos mayores debería facilitarte el aumentar tu porcentaje de ahorro, pero la Ley de Parkinson a menudo lo disminuye de nuevo. Conforme recibimos aumentos salariales, tendemos a premiarnos con más gastos, en lugar de recompensarnos con más años de libertad y autonomía. Como siempre esperaba tener más cosas al año siguiente de las que tenía en ese momento, tenía tantos problemas para ahorrar un 10% cuando estaba ganando 19.000€ como cuando ganaba 38.000€. Este año voy camino de ahorrar un 50% de mis ingresos, y conforme aumenten quiero que los ahorros suban también.

Dos grandes refutaciones



Una y otra vez, en los debates sobre el tema de la jubilación anticipada aparecen dos grandes objeciones:

1) ¡No puedo ahorrar nada con mis circunstancias actuales!

Me doy cuenta de que hay toda una galaxia de diferentes situaciones financieras por ahí, incluidas las personas que están sin empleo debido a una discapacidad o enfermedad, o son totalmente dependientes de los demás financieramente. Obviamente, hablar de cómo asignar tus ingresos no te será aplicable si no esperas tener ingresos nunca.

Pero todos los demás trabajadores en activo, ya sean de ingresos altos o bajos, libres de deudas o endeudados hasta las cejas, todavía toman decisiones cada día acerca de dónde asignar su dinero. La filosofía económica que conduce a los ahorradores bien posicionados hacia una jubilación anticipada es el mismo camino que lleva a la gente a salir de la deuda del consumo, sólo que llevan más tiempo en ese camino.

Early Retirement Extreme es un lugar fantástico para empezar si estás en una situación de bajo apalancamiento, ya que te muestra lo que es posible incluso con unos ingresos muy bajos. La mayoría de las personas con carrera no tendrían que hacer en ningún caso los recortes de gastos que Jacob hizo para terminar con sus obligaciones de trabajo en cinco años. Aquí tienes un curso intensivo de 21 días sobre cómo una persona puede adoptar un estilo de vida que ahorre 300€ al mes, incluso con un ingreso salarial mínimo.

Ya debas primero poner tus excedentes mensuales hacia la deuda, o ya debas comenzar a invertir de inmediato, en ambos casos estarás avanzando el lugar en el que habrías estado antes.

2) ¡Pero yo prefiero disfrutar de mi vida que negarme todo lo que quiero!

De la lectura de las encendidas discusiones en Internet entre las personas que se jubilan anticipadamente y sus críticos, parece que la mayor parte de las objeciones se derivan de una falacia occidental muy común: que para que puedas ser tan feliz como lo eres ahora, es necesario que gastes tanto como gastas actualmente.

A medida que estos temas se desarrollan, se vuelve más claro que la raíz del miedo de los críticos es siempre que el resultado final será menos felicidad como resultado de renunciar a ciertos lujos. Cada jubilado anticipadamente que he leído dice que sacrificar sus hábitos caros los hace más felices casi de inmediato (a veces hay un período de adaptación), y que devuelve rápidamente beneficios de otra manera: cambiar el viaje diario al trabajo por la bicicleta ahorra miles de euros y a la vez que te vuelve ágil y en forma; vender el barco te da una ganancia instantánea, y una carga de estrés invisible se evapora; limitarse a beber una bebida (la mayor parte del tiempo) significa que no hay taxis ni resacas, y te enseña cómo el alcohol está sobrevalorado como creador de diversiones.

Ya soy mucho más feliz ya. En los tres meses desde que he sido más inteligente acerca de mis gastos, he ahorrado una cantidad equivalente a tres meses de gastos, lo que tiene un efecto inmediato de reducción de estrés. Podría ser despedido y tener un colchón de tiempo para averiguar qué hacer, así que ahora tengo mucho menos estrés diario sobre el rendimiento de mi trabajo, lo que me ha llevado a una mejora sin esfuerzo en mi rendimiento en el trabajo. Tengo un sentido de control sobre mi vida que nunca había sentido antes. Estos dividendos intangibles son inmediatos, y no cuestan un céntimo, porque el dinero sigue siendo mío.

Los críticos del movimiento de Jubilación Anticipada parecen creer que el ahorro de una gran proporción de tus ingresos significa vivir una vida de sacrificio y privaciones. Yo también había considerado siempre así al ahorro — que el ahorro significa que estás negándote la felicidad ahora para poder tener un poco más de ella más adelante. Este es el corazón de la falacia del consumismo occidental: que la felicidad viene del gasto, y por tanto menos gasto implica menos felicidad. Hasta el momento no echo nada en falta. Estoy muchísimo más feliz. Ahora mismo. No tengo envidia cuando veo a la gente en coches de lujo y con ropa cara, más bien todo lo contrario, porque esos lujos representan para mí lo que ellos han renunciado, no lo que yo he renunciado.

Sacrificio es una palabra engañosa, porque la vida es todo compromisos. Un sacrificio implica que hay una ganancia en algún lugar, una razón para hacerlo, pero la palabra connota principalmente una pérdida. Decir que algo es un sacrificio es tener una visión de túnel sobre lo que se está renunciando, y entender mal o olvidar lo que se está ganando.

¿Me siento privado cuando entro en mi viejo Civic cuando sé que podría estar entrando en un impresionante camioneta? Definitivamente no, incluso aunque admitiría que si cuestan lo mismo (para mí y para el planeta) preferiría la camioneta. Pero el costo personal es devastador: cuatro años de trabajo, lo que equivale a más de 1.000 días de hacer lo que otra persona me dice que haga. El momento en que me siento más privado es cuando me despierto y recuerdo que es lunes, y que mi día no me va a pertenecer hoy.