Ciclismo y finanzas personales
Meterse en deudas es como lanzarse en bicicleta colina abajo y coger velocidad sin pedalear. Mucha gente prefiere ir colina abajo. La ida es fácil durante un rato y no cuesta nada llegar hasta el final de la pendiente. Pero entonces la carretera se allana y aparece una pendiente pronunciada de subida. Subirla es mucho más lento y pesado.
Tener ingresos por los intereses de tu dinero es como tener una brisa en la espalda. La independencia financiera equivale a tener un fuerte viento en la espalda que haga innecesario pedalear. Por contra, el pago de cargos financieros y de deuda es como tener el viento en contra. Tener el viento en contra y tratar de subir la colina aún es peor.
Al igual que una casa grande, montar una bicicleta de paseo es cómodo al principio, pero tras unos kilómetros empieza a ser un lastre. El sillín tan amplio empieza a hacer rozaduras. Eso no pasa en una bici de carreras. Un sillín de velocidad parece incómodo porque no ofrece mucho apoyo, pero porque no lo necesita. Un ciclista lento probablemente soporte entre el 70 y el 80% de su peso en el sillín. El resto descansa en el manillar y los pedales. Un corredor pone el 20% de su peso en el sillín y el resto en los pedales. El corredor tiene sitios a los que ir y, por tanto, no necesitar gastar muchos recursos en su comodidad.
Montar una bici de carreras de 9 Kg es fácil. Montar una de paseo de 16 Kg es más pesado. Montar una de paseo con un remolque lleno de trastos es aún más pesado. Y ahora intenta subir una colina con el viento en contra, el remolque, la bici de paseo y encima sufrir sobrepeso y falta de energía. Parece que la cosa no vaya a salir bien. El equivalente financiero no es difícil de imaginar. Pronto, el ciclista frustrado empezará a buscar parches a su situación en lugar de considerar seriamente las seis cosas que está haciendo mal en ese momento.
Visto en ERE.
Tener ingresos por los intereses de tu dinero es como tener una brisa en la espalda. La independencia financiera equivale a tener un fuerte viento en la espalda que haga innecesario pedalear. Por contra, el pago de cargos financieros y de deuda es como tener el viento en contra. Tener el viento en contra y tratar de subir la colina aún es peor.
Al igual que una casa grande, montar una bicicleta de paseo es cómodo al principio, pero tras unos kilómetros empieza a ser un lastre. El sillín tan amplio empieza a hacer rozaduras. Eso no pasa en una bici de carreras. Un sillín de velocidad parece incómodo porque no ofrece mucho apoyo, pero porque no lo necesita. Un ciclista lento probablemente soporte entre el 70 y el 80% de su peso en el sillín. El resto descansa en el manillar y los pedales. Un corredor pone el 20% de su peso en el sillín y el resto en los pedales. El corredor tiene sitios a los que ir y, por tanto, no necesitar gastar muchos recursos en su comodidad.
Montar una bici de carreras de 9 Kg es fácil. Montar una de paseo de 16 Kg es más pesado. Montar una de paseo con un remolque lleno de trastos es aún más pesado. Y ahora intenta subir una colina con el viento en contra, el remolque, la bici de paseo y encima sufrir sobrepeso y falta de energía. Parece que la cosa no vaya a salir bien. El equivalente financiero no es difícil de imaginar. Pronto, el ciclista frustrado empezará a buscar parches a su situación en lugar de considerar seriamente las seis cosas que está haciendo mal en ese momento.
Visto en ERE.