¿Tiempos de cambio? que menos sea más
He dudado bastante sobre publicar o no este texto, porque es un poco alarmista, pero creo que puede resultar útil.
Cuando decidí crear esta página, "vivir con menos", pretendía dar a conocer una serie de tendencias o formas de pensar sobre las que me estaba empapando a base de lecturas. El minimalismo, la simplicidad voluntaria, el decrecimiento, incluso hilando un poco más fino, el desarrollo personal, la identificación de aquello que nos hace ser felices, las experiencias por encima del consumismo, el saber usar el dinero conscientemente... Son todos temas que me han ido fascinando estos últimos años y que, en algunos casos, incluso me han cambiado hábitos, y con ellos, mi vida.
Pero cuando empecé este viaje, no sospechaba hasta qué punto, un interés basado en la mera curiosidad me iban a servir en un futuro cada vez más inmediato para poder digerir la cantidad de cambios radicales e impactantes que hemos empezado a sufrir ya. La humanidad se encuentra en el inicio de un cambio gigantesco, muy complejo, que afecta a todos los pilares de la sociedad como la conocemos: la energía, las finanzas, la confianza, la contaminación, la alimentación, los recursos, el trabajo, los servicios públicos, ... Me resisto a creer que esto sea una "crisis". Dura demasiado. Es demasiado grave. No. Esto es un cambio de modelo como no ha conocido el ser humano antes. Meter la cabeza bajo la almohada y esperar que pase es perder el tiempo, y es un tiempo precioso, más precioso que nunca.
Toca prepararse. y eso que somos una sociedad especialmente habituada a no hacerlo. Pero debemos empezar ya a nivel personal. Hay que leer libros como El Fin del Trabajo o ver programas como este. Hay que reprogramarse. Dejar de anhelar el último iphone o el coche nuevo. Hay que habituarse a pensar, a imaginar en lo que vendrá después, a ir por delante de lo que pueda pasar, porque todo esto no va a hacer más que acelerarse. Hasta que nuestras vidas no se parezcan en nada a lo que son hoy día.
Y lo más importante de todo es la actitud. Podemos adoptar esa actitud perdedora que ya tiene la mayoría de la sociedad. O podemos adoptar una actitud positiva. Esforzarnos por adelgazar nuestras necesidades antes de que tengamos que hacerlo por la fuerza. Sin pensar en si estamos "perdiendo" algo o no. Hablamos de cambio. El cambio implica novedad y la novedad cambiar nuestra aburrida rutina. Míralo de esta forma: si aceptamos lo que va a venir y dejamos de quejarnos, tendremos una situación de ventaja. Cuando todo se estabilice, en unos años, esa ventaja será un mundo. Y todo tiene su lado positivo: dejaremos de abusar del planeta (un secreto: no es nuestro), dejaremos de sufrir estrés, de desear lo que tiene el de al lado, y otros muchos cambios, pero un día en la playa con los amigos seguirá cargándonos las pilas.
Los políticos podrían liderar este enorme cambio. Pero su única obsesión ahora es mantener a cualquier precio el contexto en el que han vivido y eso los invalida para liderar ningún proceso. Con ellos no se puede contar. De hecho, forman parte del problema y, por definición, no pueden ser la solución.
Nos queda un trabajo duro, pero que puede ser apasionante (si queremos verlo así). Encontremos lo positivo y "avancemos". Estamos ante una oportunidad única para acabar con una sociedad mejor (más cooperadora, más autosuficiente, más feliz). Aprovechémosla.